viernes, julio 07, 2006
Recuerdos
Dicen los científicos que el cerebro humano es el gran desconocido, que todavía nos quedan muchos años de investigación para conocerlo medianamente. Seguramente es así y ahora no vamos a hacer un tratado de fisiología comentando lo que sabemos y lo que nos queda por descubrir.
Yo lo que quería comentar es aquello que una vez me dijo una profesora: “Con el paso del tiempo siempre nos acordamos de las cosas buenas y siempre tendrás buenos recuerdos de tu paso por aquí”. He de confesar que, aunque soy bastante optimista, no me creí aquella afirmación que no estaba basada en sus conocimientos neurológicos, que a lo mejor sí, era profesora de Ciencias, sino en su provecta edad que estaba en una edad indefinida entre 50 y 70 años.
Y todo este preámbulo ¿para qué? Pues para justificar el programa de hoy. Cuando Laura propuso hacer un programa de los años 80 nos pareció bien pero siempre se tiene el miedo de que a la gente le parezca ñoño, desfasado o fuera de lugar. Es muy difícil hacer un programa así sin que afloren recuerdos que la mayor parte de tus oyentes no conocen y, menos, comparten, además del riesgo de caer en la sensiblería barata de jugar con los sentimientos, tus sentimientos, que pueden llegar a provocar el sonrojo de los demás, por aquello de la vergüenza ajena.
Y aquí retomamos otra vez al cerebro y a la vieja profesora. Resulta que vas seleccionando canciones y te aparece un flas-back continuo en la cabeza. Tu sordo oído musical te dice que hay que pinchar “Bailando” pero tu interior, tu instinto, tu malvado cerebro te obliga a seleccionar “Perlas ensangrentadas”, aunque la escuchas y suena fatal. Que no he puesto ninguna de El último de la fila porque he preferido poner “Huesos”, la cual he tarareado mil veces al lado de mi chica y que me ha traído una gran sonrisa a la boca.
Y lo que me ha pasado a mí te va a pasar a ti si tienes más de 25 ó 30 años. Los recuerdos se agolparán en tu mente y, seguramente, serán recuerdos buenos, agradables y te cabrearás conmigo por no haberte puesto esa otra canción que para ti es imprescindible por no saber muy bien qué motivos.
Y si con este blog, con este programa hemos conseguido que afloren en ti bellos recuerdos, nos daremos por satisfechos ¡qué más se puede pedir!
Yo lo que quería comentar es aquello que una vez me dijo una profesora: “Con el paso del tiempo siempre nos acordamos de las cosas buenas y siempre tendrás buenos recuerdos de tu paso por aquí”. He de confesar que, aunque soy bastante optimista, no me creí aquella afirmación que no estaba basada en sus conocimientos neurológicos, que a lo mejor sí, era profesora de Ciencias, sino en su provecta edad que estaba en una edad indefinida entre 50 y 70 años.
Y todo este preámbulo ¿para qué? Pues para justificar el programa de hoy. Cuando Laura propuso hacer un programa de los años 80 nos pareció bien pero siempre se tiene el miedo de que a la gente le parezca ñoño, desfasado o fuera de lugar. Es muy difícil hacer un programa así sin que afloren recuerdos que la mayor parte de tus oyentes no conocen y, menos, comparten, además del riesgo de caer en la sensiblería barata de jugar con los sentimientos, tus sentimientos, que pueden llegar a provocar el sonrojo de los demás, por aquello de la vergüenza ajena.
Y aquí retomamos otra vez al cerebro y a la vieja profesora. Resulta que vas seleccionando canciones y te aparece un flas-back continuo en la cabeza. Tu sordo oído musical te dice que hay que pinchar “Bailando” pero tu interior, tu instinto, tu malvado cerebro te obliga a seleccionar “Perlas ensangrentadas”, aunque la escuchas y suena fatal. Que no he puesto ninguna de El último de la fila porque he preferido poner “Huesos”, la cual he tarareado mil veces al lado de mi chica y que me ha traído una gran sonrisa a la boca.
Y lo que me ha pasado a mí te va a pasar a ti si tienes más de 25 ó 30 años. Los recuerdos se agolparán en tu mente y, seguramente, serán recuerdos buenos, agradables y te cabrearás conmigo por no haberte puesto esa otra canción que para ti es imprescindible por no saber muy bien qué motivos.
Y si con este blog, con este programa hemos conseguido que afloren en ti bellos recuerdos, nos daremos por satisfechos ¡qué más se puede pedir!
- Miguel Ríos: Bienvenidos – Clásico
Empezamos nuestro programa con el clásico de los clásicos del rock hispano. Bienvenidos y el doble álbum en directo Rock and Ríos hizo que una generación saltáramos y bailáramos como posesos. Algunos todavía recuerdan la magia del concierto de Zaragoza. Simplemente impresionante. - Orquesta Mondragón: Caperucita feroz
Es el hombre espectáculo por excelencia. Podríamos darle muchos calificativos, etiquetas, epítetos y más si recordamos algunos de sus conciertos que junto con su inseparable Popotxo hacían del mal gusto, de la sorpresa, la risa y la complicidad con el público su bandera de enganche. - Alaska y Dinarama: Perlas ensangrentadas
Lo lógico sería poner Bailando, por lo superconocida o cualquier canción del superventas Deseo Carnal, pero yo me inclino por Perlas ensangrentadas. Siempre me ha parecido una canción misteriosa, la letra no tiene sentido pero la melodía y el estribillo te atrapan aunque la canción haya envejecido tan mal. - Radio Futura: Escuela de calor
Nos tiramos a la piscina de lo fácil. Es un grupo que tiene que aparecer en cualquier recopilatorio que hagas de los 80 y como tienen tantas canciones y tan buenas cuesta elegir la que más te impacta. Así que a lo fácil, elegimos Escuela de calor y así no fallamos. - Toreros Muertos: Yo no me llamo Javier
Los vi por primera vez en la tele, aquella tele de mediados de los 80, donde a mitad de tarde te hablaban tanto de un libro de Jesús Ferrero, como te presentaban a nuevos valores de la música como Toreros Muertos. Vamos como ahora que ya estoy harto de la herencia de la Jurado o de si va a la cárcel el novio de la Pantoja. Con una sola audición me bastó para saber que aquello sería un bombazo. - Alarma: Frío
Alarma es el grupo de origen de Manolo Tena, sí el cantante que vendió millones de copias con Sangre española. Ahora estamos con Alarma y Frío, para mí la mejor canción de la historia del pop español. Un tema que cuando lo escuchas hace que algo en tu interior se conmueva. - Loquillo y los trogloditas: Cadillac solitario. Grandes canciones, grandes recuerdos
Otro himno del rock nacional gracias al cual una nueva generación ha podido mantener el viejo espíritu guerrero del género. Loquillo y los trogloditas, es decir, José María Sanz y Sabino Méndez, el carisma y el talento musical, la chulería por bandera y la rebeldía del rockero. ¿Quién no ha tarareado alguna vez esta canción? ¿A quién no le vienen buenos recuerdos con esta canción? - Los Secretos: Déjame
Los Secretos vuelven, o mejor, no se han ido nunca. Un grupo marcado por la desgracia, por la muerte de bastantes de sus componentes. Digamos que es un grupo maldito que no le impidió hacer Déjame, una canción premonitoria que forma parte de la historia de los 80 en España. - Los Burros: Huesos
Los Burros, sí los que después se llamaron El último de la fila. Esta etapa previa es la que más me gusta aunque menos mal que triunfaron porque si no nunca nos hubiera llegado esta maravillosa Huesos. Para mi huesitos particular. Un beso muy grande. - Mecano: Hoy no me puedo levantar
En 1982 Hoy no me puedo levantar fue toda una sorpresa, una sacudida vital. Puso a bailar a sus fans, aportó frescura al pop ibérico y, pijos o no, la imagen de Mecano se hizo con un hueco que mereció el respeto que después se ganaron con su evolución, por cierto, la etapa que menos nos gusta aunque vendieran, y vendan, millones de discos. - Duncan Dhu: 100 gaviotas
Llegó un amigo rockabilly con la cinta de marras y dijo que aquello era muy bueno. Siempre pasa lo mismo, no le haces ni caso, lo mandas a freír espárragos, pero aún así te cuela la cinta. Y sorpresa, después de escucharla una sola vez te quieres hacer una copia para machacarla en tu radiocassette de cuarta. Lo bueno es que no fui el único al que le pasó lo mismo. - Hombres G: Marta tiene un marcapasos
Resucitados de nuevo por Dani el de El Canto del Loco asistimos consternados al fenómeno fan por excelencia de los años 80. Hombres G hizo un montón de discos siempre arropados por una chiquillería incontrolada. Lo cierto es que las canciones eran alegres, desenfadadas y siempre invitaban al buen rollo. - Alex y Cristina: Chas! Y aparezco a tu lado
Entramos con Alex y Cristina en la influencia popi del programa, como se nota la mano de Laura. ¿Qué os puedo decir? Que la cantamos todos, aún los más duros. Todos hemos evolucionado, hasta la misma Cristina Rosenvinge que nos presentó hace unas semanas un estupendo álbum del cual ya dimos cuenta aquí, en El Cuartelillo. - La Guardia: Mil calles llevan hacia ti
¿Qué queréis que os diga de este tema? Lo mejor es que vosotros os lo digáis todo y si estáis muy bien acompañados, no os digáis nada, hacedlo. - Aerolíneas Federales: No me beses en los labios
El segundo grupo de Julián, el de Siniestro Total, era Aerolíneas Federales y también se dejaron caer por Alcañiz. Es el grupo contradictorio por antonomasia del pop de los 80. Sus letras pretendían ser duras, punks (Soy una punk, Vacaciones, los cojones…), su actitud en el escenario y su estética también, pero luego oías su música y te salía un pop más cercano al chicle que al punk. Así cantan ellas al amor. - Los Romeos: Mi vida rosa
Vaya debate tengo con Laura. A ver si me explico y no creo más confusión. Cuando apareció este grupo me pareció fresco, dinámico y rompían con el típico status de grupo de chicas. La lástima es que tuvieran tan corto recorrido y que, además, muy pocas veces han aparecido en recopilatorios para que la gente los disfrute. Lo que sí que está claro es que este grupo ha influido, y mucho, en grupos que luego la gente ha llamado popis. Supongo que para ti, Laura, este debe ser uno de tus himnos: Mi vida rosa. - Aviador Dro: Selector de frecuencias
“He pasado mis cintas de recuerdos cuando volabas conmigo”. Así empieza la canción Selector de frecuencias de Aviador Dro. Creo que resume muy bien los dos ejes del programa de hoy: mi música del pasado y los recuerdos que me traen. Ahora estamos en el presente y, tal vez, repasemos dentro de unos años nuestras cintas de cuando volamos juntos en El Cuartelillo, pero espero que eso sea dentro de mucho y que todavía lo hagamos juntos, a poder ser, en esta frecuencia. Para Marga, eternamente, Marga porque contigo y tus polluelos yo me siento “el rey de la creación”.