miércoles, diciembre 05, 2007
El que se va subir al carro
Miércoles 12 de Octubre de 1995, escenario de Arena auditorium en Valencia, Paul Weller con 37 años, serio, distante, antipático repasa Stanley Road, su tercer album en solitario acompañado por dos chavalines, Steve Cradock y Damon Minchella ( Ocean Colour Scene) y Steve White, baterista y compañero de andanzas de Style Council suenan eléctrico, denso, contundente, suenan final de los sesenta primeros setenta, saliendo de la psicodelia mirando al progresivo, pero siempre sonando pop con reminiscencias negras. El magnífico tercer disco en solitario de Mr Weller con un directo igual de rácano que contundente, profesional e inolvidable que no decepciona a antiguos mods fanáticos de los Jam y de su figura, ni a los que se han subido al carro de este nuevo revisionismo de grupos que siguen la estela de Mr Weller como los propios Ocean Colour Scene, Mother Erth y otros.
12 años después y volvemos a ver Paul Weller junto con Steve Cradock en acústico en el Greenspace también en Valencia, entre medias algún que otro FIB pero me interesa comparar estos dos. ¿ Y que nos encontramos?
A Mr. Weller convertido en una especie de Dorian Gray cuyo espejo es el propio Steve Cradock, en forma, aunque algo amojamado (va camino de convertirse en una mezcla de Jaegger con el glamour de Bowie del 2020), vestido de negro, envasado al vacío, con un corte de pelo asimétrico, fumando y bebiendo copas, de buen humor ( o un poco tocado, como se quiera ver), comunicativo ( o sea se dirigió al público en unas cuantas ocasiones, todo un record para Paul), un buen rollo increible. Voz poderosa, negra, acompañandose por una acústica con un sonido redondo, inconmensurable, se bastaba para llenar la antigua nave industrial del siglo XIX abarrotada de público de diferentes generaciones, antiguos mods, nuevos mods, simplemente mods, mods que no son mods o mods que creen que lo son y no lo son y gente que no sabe lo que significa es corta palabra.
Por el contrario el Steve Cradock parece que esté esperando con el carro de la compra en la puerta de Carrefour a que salga su mujer y el crio mientras, subido al mismo gritando y tirándole de los pelos. Estuvo desquiciado, peleando con los técnicos y sus guitarras todo el concierto y mientras el tio Paul se lo pasaba en grande con su acústica como si estuviera en el pub de bajo de casa con los colegas, el Steve fue a remolque todo el concierto luchando contra los elementos, no me extraña que le quede tan poco pelo.
En resumen, te metes en un irlandés a tomarte una pinta y te encuentras con dos tipos tocando en acústico, dices, suenan bien, son buenos, te tomas la pinta y de paso miras el partido rugby que echan por la tele, pues bien los ingleses son así y esos dos bien podrían ser Paul Weller y Steve Cradock si no fueran quien son.
No fué un irlandés, fue una antigua nave industrial con tres mil personas a las que no creo que defraudara, revisó su discografía, le hizo un guiño a los mods con un par de temas de los Jam, hizo un vis y hasta un tema al teclado que si le ponen unos kilos, una peluca y una gafas de las que regalan en el telva nos hubiera parecido Elton John, al fin y al cabo, por negro que uno quiera ser el ser inglés es lo que tiene, en el fondo tods quieren ser Sir. No defraudó porque no es más ni menos que Paul Weller y este señor no es que tenga algo es que lo tiene casi todo pero sobre tiene un excelente gusto para la música.
SPECIAL GUESS: LEONOR!
STEREOLAB. Cybeles reverie
Stereolab, cuando uno oye este nombre, casi tiene que cuadrarse. Una carrera intachable, tocando todos los palos y haciendo de su música el referente de muchos grupos contemporaneos. Cybeles reverie es un beso de mentira con unos coros deliciosos, un desenlace sin corazas ni disgustos.
Siempre bajo la dulce soberanía de un firmamento impaciente, amanece en la ciudad. Y estallan naranjas, amarillos, verdes y azules. Y el motor se pone en marcha... Y los frenos ni siquiera aprietan los dientes. Y las nubes burbujean cuando se abre el telón… Y la luna tiene entradas para la función… Ha nacido un nuevo día y le voy a dar un premio.
12 años después y volvemos a ver Paul Weller junto con Steve Cradock en acústico en el Greenspace también en Valencia, entre medias algún que otro FIB pero me interesa comparar estos dos. ¿ Y que nos encontramos?
A Mr. Weller convertido en una especie de Dorian Gray cuyo espejo es el propio Steve Cradock, en forma, aunque algo amojamado (va camino de convertirse en una mezcla de Jaegger con el glamour de Bowie del 2020), vestido de negro, envasado al vacío, con un corte de pelo asimétrico, fumando y bebiendo copas, de buen humor ( o un poco tocado, como se quiera ver), comunicativo ( o sea se dirigió al público en unas cuantas ocasiones, todo un record para Paul), un buen rollo increible. Voz poderosa, negra, acompañandose por una acústica con un sonido redondo, inconmensurable, se bastaba para llenar la antigua nave industrial del siglo XIX abarrotada de público de diferentes generaciones, antiguos mods, nuevos mods, simplemente mods, mods que no son mods o mods que creen que lo son y no lo son y gente que no sabe lo que significa es corta palabra.
Por el contrario el Steve Cradock parece que esté esperando con el carro de la compra en la puerta de Carrefour a que salga su mujer y el crio mientras, subido al mismo gritando y tirándole de los pelos. Estuvo desquiciado, peleando con los técnicos y sus guitarras todo el concierto y mientras el tio Paul se lo pasaba en grande con su acústica como si estuviera en el pub de bajo de casa con los colegas, el Steve fue a remolque todo el concierto luchando contra los elementos, no me extraña que le quede tan poco pelo.
En resumen, te metes en un irlandés a tomarte una pinta y te encuentras con dos tipos tocando en acústico, dices, suenan bien, son buenos, te tomas la pinta y de paso miras el partido rugby que echan por la tele, pues bien los ingleses son así y esos dos bien podrían ser Paul Weller y Steve Cradock si no fueran quien son.
No fué un irlandés, fue una antigua nave industrial con tres mil personas a las que no creo que defraudara, revisó su discografía, le hizo un guiño a los mods con un par de temas de los Jam, hizo un vis y hasta un tema al teclado que si le ponen unos kilos, una peluca y una gafas de las que regalan en el telva nos hubiera parecido Elton John, al fin y al cabo, por negro que uno quiera ser el ser inglés es lo que tiene, en el fondo tods quieren ser Sir. No defraudó porque no es más ni menos que Paul Weller y este señor no es que tenga algo es que lo tiene casi todo pero sobre tiene un excelente gusto para la música.
SPECIAL GUESS: LEONOR!
STEREOLAB. Cybeles reverie
Stereolab, cuando uno oye este nombre, casi tiene que cuadrarse. Una carrera intachable, tocando todos los palos y haciendo de su música el referente de muchos grupos contemporaneos. Cybeles reverie es un beso de mentira con unos coros deliciosos, un desenlace sin corazas ni disgustos.
Siempre bajo la dulce soberanía de un firmamento impaciente, amanece en la ciudad. Y estallan naranjas, amarillos, verdes y azules. Y el motor se pone en marcha... Y los frenos ni siquiera aprietan los dientes. Y las nubes burbujean cuando se abre el telón… Y la luna tiene entradas para la función… Ha nacido un nuevo día y le voy a dar un premio.
Atención!!Leonor regalará un disco con una cuidada selección musical y una portada totalmente artesanal, a aquella persona que le mande la foto más original de la fiesta del próximo sábado.
Las fotos las podreis mandar a estas dos direcciones:
leonor@lacotorra.org
Las fotos las podreis mandar a estas dos direcciones:
leonor@lacotorra.org
Edición 72
PAUL WELLER: From the floorboards up
THE STAGGERS:
EMMA POLLOCK: Paper and Glue (Watch The Fireworks)
TRASHMEN: Surfin' Bird
SUPER FURRY ANIMALS: Baby Ate My Eightball (Hey Venus!)
THE FIERY FURNACES
PULP: Disco 2000
THE CINEMATICS: Race To The City (A Strange Education)
NICK DRAKE: Pink Moon
PRIMAL SCREAM: